Animales
habitan nuestro mundo
desde
tiempos tan remotos
el
hombre al inicio
era
temeroso de ellos
pero
poco a poco
ese
miedo se esfumó
el
hombre se preguntó
también
penso
respecto
a los problemas
del
día a día
que
fueron muchos
pero
uno primordial
fue
la falta de comida
el
animal ya no era más cazador
sino
que se tornó en la presa,
desde
entonces se suscitaron
luchas
tan intensas
entre
hombres
y
animales,
unas
tan sangrientas
que
la misma tierra lloraba
cada
gota de sangre derramada
aquí
o allá
donde
hubiera un animal
y
un hombre
se
creaba el escenario
para
luchar.
Poco
a poco el hombre
domesticó
animales
para
protegerse
creando
así lazos
tan
intensos
que
en nuestra actualidad
aún
persisten,
lazos
que convierten
a
un animal
en
un amigo,
amigo
que siente
aunque
no hable
amigo
que apoya
de
forma tan intensa
que
su espírtu
habla
con el nuestro.
Quizá
en nuestros días
pocos
hombres
valoren
la amistad
de
ese tipo
ya
que cuando salgo
manejando
mi bicicleta
veo
animales sin dueño
y
a dueños que poco
o
nada les importa su animal,
ver
eso me causa una honda pena
ya
que la sangre derramada
en
el pasado
por
la supervivencia
y
posterior equilibrio entre
hombres
y animales
no
fue ni debemos
dejar
que sea en vano.
Es
aún más penoso
ver
animales muertos
arrojados
en las calles,
acción
mala y desquiciada
de
la gente,
porque
ni la basura misma
se
debe arrojar a las calles
en
nuestros días,
la
basura siendo basura
tiene
un lugar específico
donde
arrojarse.
Ahora
reflexiona
y
medita sobre tu accionar,
tu
amigo merece
descanzar
en un
buen
lugar,
si
tú fueras él
y
él te hiciera eso
cuando
tu hora final llegase
no
le reclamarias
de
una forma u otra
aunque
seas un espíriru,
de
esa misma forma
tu
animal amigo
reclamará
tu accionar.
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