EL VERDADERO SECRETO DE LA VIDA

PARA TODO UN FÁCIL...UN DIFÍCIL

Fácil es ocupar un lugar en la agenda telefónica…

Difícil es ocupar el corazón e alguien.

Fácil es herir a quien nos ama…

Difícil es curar esa herida.

Fácil es dictar reglas…

Difícil es seguirlas.

Fácil es soñar todas las noches.

Difícil es luchar por un sueño.

Fácil es exhibir la victoria.

Difícil es asumir la derrota con dignidad.

Fácil es admirar una luna llena.

Difícil es ver su otra cara.

Fácil es saber que estas rodeado por personas queridas.

Difícil es saber eso y no sentirte solo.

Fácil es tropezar con una piedra.

Difícil es levantarte...pero no IMPOSIBLE. 

CARTA AL CIELO PARA UNA GRAN MADRE

Haberla conocido fue algo inesperado, pero ya el hecho de conocerla y tratarla… se convirtió en un suceso mágico y grato por muchos motivos, uno de los principales su GRAN AMOR, entre otros se hallan el que me trato como un hijo sin tener su sangre y darme posada y cobijo como una verdadera madre. 

Recuerdo sus palabras de ánimo ante la adversidad, sus palabras de lucha por lo que es justo, ya que ser justos en nuestro país es algo muy raro. Pero ella era muy justa, muy enérgica en todos sus actos, recuerdo también su sonrisa, la cual era muy contagiosa y transmitía ese calor y candor de persona que poseía. 

Recuerdo también que cumplía muy bien su rol de madre y a la vez mujer, que era consejera en todo momento, tanto así que se daba cuenta cuando alguien estaba mal o le preocupaba algo, ella podía ver en las almas de otras personas estoy totalmente seguro de ello.

Sus hijos que convirtieron en mis hermanos y a la vez mis grandes amigos los cuales conservo a pesar de la distancia; ya que distancia solo es distancia si se olvida y no se tiene muy presente el sentimiento vivo y latente de la persona que se quiere en el corazón. 

Recuerdo las veces en que salíamos a hacer compras al mercado, las veces en que yo, un ignorante de las calles de su Lima amada aprendía a su lado en cada segundo variedad de cosas, su ingenio era ilimitado.

Nunca su edad ni la enfermedad fue un impedimento para seguir luchando incansablemente en esta vida…es una de las mejores lecciones que llevo grabada en mi corazón y que salen a la luz cuando la recuerdo y me enfrento a la vida. 

La recuerdo muy bien porque el querer, sentimiento inicial se convirtió en un sentimiento más fuerte… AMOR, amor de un hijo por una MADRE. 

Sé que ahora yace en el cielo y desde allá nos ve en este preciso momento, ve nuestras lágrimas y el suave viento que recorre el lugar en donde nos hallamos es ese pañuelo que nos brinda y seca nuestras lágrimas. Sé también que ve nuestros corazones y nos da alicientes eternos de seguir luchando en esta vida, de que la recordemos con esa sonrisa contagiosa que nutre hasta el alma más paupérrima. 

Desde esta tierra hasta el cielo un gigantesco abrazo para Ud. Madre amada, vivirá eternamente porque vive en mi corazón y en el corazón de todas las personas que se han reunido para dar un último adiós a su cuerpo inerte, ya que su alma habitará siempre entre nosotros… en nuestros corazones. 

DESCANSE EN PAZ DOÑA PURI 

FIRMA : NANDO LERIV