domingo, 4 de agosto de 2013

EL MIEDO DESTRUCTOR

Detengámonos a pensar por un instante, lo que el miedo significa para nosotros; si lo hacemos descubriremos que el miedo tiene origen en la ignorancia, en el temor a lo desconocido. Es un sentimiento que nace y vive en los hombres sin fe, sin convicción, sin esperanza, sin luz y sin amor. Es el causante de todos los males; el miedo a la pobreza nos vuelve codiciosos, avaros y hasta ladrones. El miedo a perder al ser querido nos vuelve celosos, y por ello somos capaces de matar; por miedo a las dificultades de la vida huimos despavoridos por senderos degradantes o renunciamos torpemente a nuestra existencia. El miedo a que otros nos destruyan nos hace destruir a los demás con demencia mortal.
El miedo en suma nos destruye física y espiritualmente, nos aniquila moralmente, es una enfermedad producto de las mentes individualistas, egocéntricas y egoístas.
Destierra el miedo imponiendo valentía a la adversidad, serenidad y equilibrio a la violencia y a la agresividad, tolerancia y comprensión a la bestialidad de los arrogantes e injustos, humidad y paciencia a los abusivos y todopoderosos.
Aleja de ti el miedo a la vida y a la muerte, al todo y a la nada, entonces verás ante ti un mundo diferente, a un mundo grandioso, con un bello amanecer y un dulce atardecer con un cielo refulgente de estrellas, con verdes valles y praderas, con ríos sinuosos e inmensos océanos, con altas cumbres y nevadas.
Renuncia al miedo y vive como viven las aves, surcando los aires de la libertad, sin temor a las altas cumbres ni a los abismos más profundos. Vive así y descubrirás que la vida es incomparablemente maravillosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario