Detengámonos a pensar
por un instante, lo que el miedo significa para nosotros; si lo
hacemos descubriremos que el miedo tiene origen en la ignorancia, en
el temor a lo desconocido. Es un sentimiento que nace y vive en los
hombres sin fe, sin convicción, sin esperanza, sin luz y sin amor.
Es el causante de todos los males; el miedo a la pobreza nos vuelve
codiciosos, avaros y hasta ladrones. El miedo a perder al ser querido
nos vuelve celosos, y por ello somos capaces de matar; por miedo a
las dificultades de la vida huimos despavoridos por senderos
degradantes o renunciamos torpemente a nuestra existencia. El miedo a
que otros nos destruyan nos hace destruir a los demás con demencia
mortal.
El miedo en suma nos
destruye física y espiritualmente, nos aniquila moralmente, es una
enfermedad producto de las mentes individualistas, egocéntricas y
egoístas.
Destierra el miedo
imponiendo valentía a la adversidad, serenidad y equilibrio a la
violencia y a la agresividad, tolerancia y comprensión a la
bestialidad de los arrogantes e injustos, humidad y paciencia a los
abusivos y todopoderosos.
Aleja de ti el miedo a la
vida y a la muerte, al todo y a la nada, entonces verás ante ti un
mundo diferente, a un mundo grandioso, con un bello amanecer y un
dulce atardecer con un cielo refulgente de estrellas, con verdes
valles y praderas, con ríos sinuosos e inmensos océanos, con altas
cumbres y nevadas.
Renuncia al miedo y vive
como viven las aves, surcando los aires de la libertad, sin temor a
las altas cumbres ni a los abismos más profundos. Vive así y
descubrirás que la vida es incomparablemente maravillosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario