Cuando abrió el tablero no encontró a la dama blanca, tomó
un respiro y trató de recordar qué pasó la última noche cuando estuvo en su
departamento. Mariano es un tipo muy organizado y metódico, así que le parecía
imposible que su juego de ajedrez estuviese incompleto.
Además, su pasión por este grandioso juego lograba que las
carreteras de su mente crezcan con la práctica del mismo. Meditó por unos
minutos y vino a su mente la luz.
Raquel, su novia con la que había tenido una riña aquella
vez era la única persona que poseía un duplicado de la llave de su
departamento.
Se encontró con ella, arreglaron las cosas y recuperó
entonces su dama blanca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario